Reconocer que Dios vivió en una familia y, al encarnarse en la persona de Jesucristo, asume el rol de hijo, recibiendo la educación en la fe y el ejemplo de sus padres María y José.
Crecía en gracia y sabiduría
Reconocer que en la familia vamos aprendiendo lo que significa salir de nosotros mismos y entregarnos al bien de los demás con actitudes de solidaridad, respeto, servicio.
Santuario de vida